En el marco de estos quince años de existencia de la Pastoral de la Diversidad Sexual, queremos destacar los últimos trece en que el ámbito de padres y madres se organizaron para acompañar a sus hijos, hijas e hijes.
Para esto conversamos, directamente desde las tierras de Curicó, con Paula Jubal y Diego Muñoz, quienes desde la coordinación del grupo Padis+ padres, apoyan también en espacios de formación y acogida.
¿Cómo ha sido su experiencia en la Padis+ padres?
— Desde el comienzo nos sentimos acogidos. Llegamos asustados, con pena, con muchas interrogantes, pero vimos que no estábamos solos ni solas. Fuimos adentrándonos en una realidad poco conocida para nosotros y sentimos mucha paz por nuestra hija. Fue muy lindo sentir que existían otros papás y mamás que habían pasado por momentos de confusión como nosotros, y que desde esa experiencia, y ahora con mucha alegría y fe, estábamos llamados a servir.
Además de apoyar a mamás y papás nuevos y antiguos, en el grupo de formación en la Padis+, también hemos aportado con un granito de arena visibilizando la diversidad en nuestro entorno desde nuestro testimonio y vivencia.
¿Cómo han sido estos trece años de la Padis+ padres?
— Nosotros entramos a este espacio hace 6 años. El grupo ya tenía un camino recorrido, se notaba experiencia y mucho cariño en cómo acogían y llevaban las reuniones. Fue importante para nosotros compartir y conversar en un entorno seguro, donde podíamos escuchar y ser escuchados con mucho respeto.
Durante la pandemia comenzamos a realizar reuniones online, y eso permitió incorporar papás y mamás de otros países, lo que enriqueció muchísimo al grupo.
¿Qué desafíos tiene la Padis+ de cara al futuro?
—Además de continuar acogiendo y educándonos como papás y mamás con hijos e hijas de la diversidad, creemos que tenemos desafíos que se relacionan con generar cambios en la Iglesia y en la sociedad.
Necesitamos seguir rompiendo ideas preconcebidas, abrir nuestra manera de ver, de pensar y de acoger a nuestros hijos e hijas, así como a toda la diversidad, tal como a cualquier prójimo.
El tema trans, por ejemplo, nos interpeló mucho en las reuniones del año pasado.
¿Qué significa la Padis+ para la Iglesia mundial y latinoamericana de hoy?
—Cuando entramos, para nosotros fue muy esperanzador ver que habían jóvenes y adultos de la diversidad que se mantenían en la fe y fieles a la Iglesia Católica. Y ver a los papás y mamás trabajando y participando en instancias sinodales y reuniones en distintas parroquias y obispados, levantando siempre la urgencia de acoger e integrar.
Aunque somos un grupo pequeño, nuestra participación ha servido para levantar una voz aún poco escuchada. Creemos que debemos continuar en esta tarea, y sabemos que es importante para la Iglesia en Latinoamérica y en el mundo.
Diego y Paula, desde las tierras del centro sur del país, nos demuestran que es posible otra mirada hacia la labor de padres y madres, un enfoque abierto, cristiano y humano.